Bitcoin: el precursor de la futura moneda virtual

Bitcoin

Me ha parecido importante volver a hablar de Bitcoin, después de haberlo citado hace unos años como una idea muy interesante que podía revolucionar los mercados financieros. Sigo pensando que se la creación de Bitcoin es un evento mayor en la historia de la economía, pero no porque vaya a convertirse en una alternativa a las monedas convencionales, sino porque puede ser el primer paso hacia una verdadera divisa mundial.

Los límites de Bitcoin

El principal problema de la divisa electrónica es que por diseño está limitado el número de monedas en circulación (vía un algoritmo que no se puede modificar). Este sistema se ideó para evitar que cualquiera pudiese emitir nuevos bitcoins e influir sobre la cotización (como hacen los bancos centrales con sus respectivas divisas). Pero, si eso garantiza la independencia, también crea nuevos problemas.

Si el número de monedas es limitado, significa que cada vez que haya más usuarios de Bitcoin, más subirá su cotización (expresada en otras divisas o en bienes de consumo). De hecho, es lo que ha pasado desde la creación de la moneda virtual: el incremento de su uso ha sido acompañado de una fuerte subida de su cotización. Es más, cada vez que se hablaba mucho en los medios del Bitcoin, más usuarios se hacían con algunos y la cotización se disparaba.

La última vez la causa fue el pánico alrededor del rescate bancario en Chipre. En unos días la cotización de la moneda subió tremendamente, por la gran cantidad de nuevos usuarios. Esa avalancha provocó problemas técnicos que obligaron la principal web de intercambio de Bitcoins a cerrar un tiempo, lo que a su vez provocó un pánico y la salida masiva de usuarios, con la consiguiente bajada de la cotización.

Al ser tan escasas, las monedas se comportan como materias primas, y eso las condena a largo plazo. En efecto, suponiendo que la gente fuera adoptando el Bitcoin poco a poco, su cotización no pararía de subir, o lo que es lo mismo, el valor de las cosas expresadas en Bitcoin no dejaría de bajar, es decir un escenario de deflación incompatible con una economía estable. Todo el mundo tendría interés en demorar las compras, lo que provocaría graves problemas.

Un primer paso

Sin embargo, no cabe duda que la idea de una moneda virtual independiente de los estados y de cualquier influencia interesada es un proyecto muy interesante. Los límites de Bitcoin deben permitir aprender de los errores y diseñar otra herramienta mejor, que sea capaz de convertirse en una verdadera alternativa. En un mundo donde los mercados de divisas mueven datos y donde hace tiempo que las monedas nacionales dejaron de ser respaldadas por nada más que su reputación, una moneda 100% virtual y sin dueños puede tener futuro.

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