El cuento del caballero y el escudero

cuento del caballero y el escudero

Espero que os guste el cuento del caballero y el escudero, creación 100% personal y artículo nº400 del blog. En la sección de historias y fábulas para emprendedores, tengo la costumbre de alternar cuentos conocidos con creaciones propias. Mi propósito es procurar ilustrar algunos consejos importantes relacionados con la creación de empresa. Hoy toca hablar de la relación con los empleados.

Cuento del caballero y el escudero

Cuentan que en la época medieval vivía un caballero famoso por sus victorias en los torneos. El guerrero había desarrollado nuevas técnicas que le daban ventaja sobre sus oponentes, hasta tal punto que su fama era la de ser invencible.

Un día, en mitad de la lucha, un golpe aparentemente anodino de su adversario le rompió la armadura. La espada enemiga penetró muy hondo en el hombro del caballero. Perdió el combate, pero por suerte no perdió la vida. Sin embargo, pese al cuidado de los mejores doctores de la corte nunca pudo recuperar una movilidad suficiente para volver a combatir.

Después del desafortunado incidente, el caballero investigó lo sucedido. El día anterior, le había pedido a su escudero que mandara arreglar un defecto en la armadura, precisamente en el sitio donde entró la dramática estocada. El ayudante había llevado la protección al herrero. Pero, en lugar de pagar el importe completo del arreglo, se había quedado con la mitad del dinero de la reparación.

Sorprendido por la traición de su fiel escudero, el caballero le convocó para darle una oportunidad de defenderse. El hombre, muy apesadumbrado, confesó lo ocurrido. Uno de sus hijos se había puesto muy enfermo ese día. El remedio formulado por el médico era muy caro para un pobre escudero. Entre el sentido del deber y la supervivencia de uno de sus familiares, el ayudante había elegido a su hijo.

Entonces el caballero recordó como, en varias ocasiones, su escudero le había pedido humildemente un incremento de sus emolumentos. Su reflejo aristocrático había sido siempre rechazar estas peticiones, a pesar del buen trabajo de su empleado. De toda la vida, los escuderos son sirvientes y cobran una miseria. Después de todo, la estrategia, el riesgo y la gloria son para los caballeros.

Enseñanzas

  • Paga y trata correctamente a tus empleados. Puede que pienses que todo lo importante lo hacéis tú y tus socios, pero es un error. En una empresa, cada persona es fundamental, y tiene que cobrar de acuerdo con su valía, su trabajo y sus logros.
  • Controla el fraude. La falta de honestidad o la desesperación pueden llevar a las personas a tomar acciones difíciles de anticipar, pero que ocurren todos los días en las empresas. Por eso es tan importante el control de gestión y entender los riesgos potenciales.
  • No seas prepotente. Recuerda que fue una serie de pequeños errores que provocó el hundimiento del Titanic. Cuida los detalles.

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Al inicio del post contaba que ese era el artículo 400 del blog cuando lo publiqué hace años. Hoy llevo casi 1.800 artículos, así que no dudes en seguirme porque no tengo intención de dejar de publicar.

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