Elegir un banco para tu empresa

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Si estás preparando tu proyecto de empresa, en un momento u otro tendrás que tomar la decisión de elegir un banco con quien trabajar. Te propongo algunas consideraciones a tomar en cuenta para tener una relación satisfactoria con tu entidad financiera y evitar algunos errores que podrían perjudicar tu negocio.

Una relación de beneficio mutuo

Demasiados emprendedores ven el banco únicamente como una fuente de financiación, y por lo tanto están dispuestos a decir que sí a todo lo que les proponga su asesor, para tenerle contento y conseguir o mantener la tan ansiada línea de crédito. En mi opinión es un error importante. El banco es un proveedor como los demás, y por lo tanto hay que ser igual de exigente con él que con cualquier otro socio de negocio.

Para que las cosas funcionen, ambas partes tienen que beneficiarse del acuerdo. Por lo tanto, ten siempre en mente el interés de tu empresa, y estudia cuidadosamente si todo lo que te propone tu asesor es algo adaptado a tus necesidades o no. Puedes negociar, ver otras agencias de la misma entidad o visitar otros bancos.

Personalización en todos los sentidos

Otro consejo importante es que busques a un asesor personal con quien te entiendas bien. Cuando montas un negocio nuevo las necesidades pueden ser muy específicas, y es mejor que tengas como interlocutor a alguien que conozca bien tu caso y entienda esas particularidades.

Busca a que te elaboren una cartera de servicios personalizada. Un truco: comprueba si la persona a quien has explicado tu proyecto y tus necesidades ha esperado y reflexionado después de tu presentación para proponerte una oferta adaptada. Si enseguida te quiere proponer unos servicios sin haberte escuchado hasta el final, es probable que no te convenga.

Complementariedad y competencia

En el título hablo de elegir un banco, pero la verdad es que lo recomendable es que trabajes con varios. Obviamente, siempre vas a tener uno más importante que otro. Igual que como particular tienes una cuenta nómina en una entidad  y en consecuencia tus recibos principales están allí, cuando vayas a montar una empresa trabajarás principalmente con el banco que te haya concedido la mayor línea de crédito.

Trabajar con la competencia te permite asegurarte siempre de beneficiarte de los mejores precios, a la vez que puedes completar los servicios de un banco con las prestaciones de otro. De vez en cuando, tienes que tener el reflejo de comparar precios. Las comisiones de un TPV, del descuento de los pagarés, o de muchos otros servicios importantes pueden ser muy diferentes según las estrategias de una entidad u otra.

Un banco que evolucione contigo

Cuando estás lanzado tu negocio, no sabes muy bien todavía que va a pasar con tu empresa. Las startups son compañías cuya evolución es difícil de anticipar, por definición. Pero hay una constante que seguirá siendo verdad: a medida que se vaya asentando tu negocio evolucionará, y tus necesidades financieras también cambiarán. Por eso necesitas elegir un banco que vaya a evolucionar al mismo ritmo que tu negocio.

Piensa en ello como la ropa de un niño. Cuando va creciendo, ya no le vale la ropa antigua. Puede que la tienda tenga otras ofertas diferentes o puede que tengas que cambiar de almacén para conseguir lo que necesitas.

Para ampliar el tema, te recomiendo visitar el portal del Gobierno de España dedicado a la financiación de PYMES.

 

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