¿Qué es el coaching? Lo que puede aportar un entrenador

qué es el coaching

Seguro que has escuchado hablar alguna vez del coaching, una palabra muy de moda en el mundo empresarial. Quizás la asocies con temas como el crecimiento personal, la motivación, o incluso el esoterismo, si eres una persona escéptica sobre esos asuntos. Si dejamos los anglicismos, cuando nos preguntamos qué es el coaching, realmente hablamos de entrenamiento. Es un término muy general que puede aplicarse a grupos o individuos, de muchas procedencias y con objetivos diversos.

¿En qué consiste el coaching?

El origen del coaching se encuentra en el deporte. Hoy en día, no imaginamos un equipo de fútbol sin entrenador. Y no solo encontramos el coach en las disciplinas colectivas. Los deportistas de élite que compiten al nivel individual también cuentan con los consejos de un entrenador. Quizás una excepción que merece la pena destacar fue el caso de Roger Federer, que estuvo durante dos de sus mejores años sin esta figura.

El papel de un entrenador deportivo es bastante conocido. Si cogemos el ejemplo del fútbol sus tareas consisten en entrenar físicamente los jugadores (con ejercicios), elegir a los que juegan y los que se quedan en el banquillo, dibujar la estrategia del equipo, y por supuesto motivar a los jugadores para alcanzar los objetivos deportivos (ganar partidos y más allá, conseguir títulos).

Hoy en día, no creo que encontremos a nadie que discute que la influencia del entrenador sobre el equipo es uno de los factores más relevantes del éxito de este equipo. Evidentemente, no existen los milagros, y un entrenador bueno no podrá conseguir grandes cosas si los jugadores no tienen potencial. Pero ya se han visto muchos ejemplos de equipos con individualidades de mucho talento que no conseguían destacar. Seguramente, en parte fue porque su entrenador no conseguía motivarles o guiarles con una estrategia adecuada.

Del deporte a la empresa

Cuando los deportes más mediáticos se convirtieron en profesionales y la exigencia de resultados se hizo cada vez más fuerte, el mundo empresarial se dio cuenta de la importancia del entrenador sobre el resultado deportivo de los clubes. En particular, se vio la gran similitud entre la gestión de recursos humanos en una empresa y la gestión de un vestuario.

En este momento surgió la idea de adaptar el concepto de coaching a equipos de trabajo dentro de la empresa. Evidentemente, en ese caso se hizo entorno a objetivos que ya no eran ganar partidos o títulos, sino alcanzar metas como incrementar ventas, la satisfacción del cliente o la optimización de la producción.

Surgieron entonces toda clase de propuestas, a todos los niveles jerárquicos, desde la alta dirección hasta los empleados rasos, pasando por los mandos intermedios. También tomaron muchas formas, como seminarios, juegos, clases, o formación continuada. Debido a las grandes disparidades que existen en la oferta de servicios de coaching, con entrenadores diversamente cualificados y programas de todo tipo, es difícil medir el impacto que tienen esas acciones dentro de la empresa. Pero, al menos se puede afirmar que en muchos casos los resultados fueron positivos.

El auge del coaching personalizado

La tendencia más reciente y con quizás más proyección es la del coaching individual. En ella, una persona busca el consejo de un entrenador para lograr sus objetivos profesionales o de vida. La relación se establece dentro de un servicio personalizado, uno a uno, o dentro de programas en grupo. Pero cuando son grupos, ya no se trata de equipos procedentes de una misma empresa u organización, sino de una suma de individualidades.

Probablemente la configuración más eficaz sea en el uno a uno, aunque también los grupos tienen sus ventajas, como, por ejemplo, la posibilidad de compartir las experiencias y aprendizaje de otros alumnos. En una relación individual, el entrenador puede establecer una relación de confianza más profunda con su pupilo, y por supuesto alcanzar objetivos más personales.

¿Qué te puede aportar un coach personal?

En primer lugar, tienes que ser consciente desde el principio que tú eres la clave de todo. El coach te puede ayudar mucho, pero lo que alcances dependerá de tu potencial y de tu esfuerzo. Por lo tanto, tú eres quien marca el ritmo y los límites. Nadie te puede obligar a nada, y nadie te llevará a alcanzar cosas que tu potencial no te permitiría alcanzar. Pero no te preocupes, lo que puedes hacer y conseguir ya es muchísimo.

Un entrenador personal te aporta conocimientos y métodos para progresar. También aporta una visión externa sobre tu vida, que te puede ayudar a no quedarte atascado en las mismas formas de pensar que has tenido hasta ahora.

Además, y de forma parecida a lo que hacen un coach deportivo, puede estar pendiente de ti y de tus resultados. Te va metiendo algo de presión positiva para que mantengas el enfoque en tus objetivos y sigas trabajando con la misma energía para conseguirlos. En este caso, estamos hablando de una relación a largo plazo, que permita medir los resultados a lo largo del tiempo.

Vale, ¿pero eso del coaching no es solo humo para sacar dinero?

Muchas personas dudan de la eficacia del coaching, y piensan que se trata de una disciplina muy rentable para los entrenadores, donde soltar cuatro banalidades es suficiente para hacer caja. En parte esas personas tienen razón, precisamente porque no existe el coaching como profesión regulada. No se han establecido títulos oficiales, ni hay colegios profesionales para organizar a los entrenadores. Eso propicia que cualquiera pueda presentarse como coach y empezar a vender sus servicios, lo que tiene como consecuencia una calidad muy desigual en las prestaciones.

Pero que haya profesionales de dudosa calidad no significa que sea el caso de todos, ni que lo que se vende sea siempre humo. Aprender más sobre temas como la inteligencia emocional es algo que permite progresar como persona. En efecto si controlas tus sentimientos, tienes más control real sobre tu vida, y dejas de reaccionar a los eventos para planificar en función de tus objetivos.

Cito la inteligencia emocional como uno de los campos en los cuales puede ayudar un coach profesional, pero hay muchos más. También podría hablar de algo tan importante como aprender a organizarte de forma más eficaz y dejar de perder tiempo. Lo importante, es buscar a una persona que te pueda aportar lo que te falta. A veces será alguien con una formación en psicología, otras veces será alguien del mundo empresarial, o del deporte.

¿Cómo funciona una buena relación entrenador / pupilo?

Confianza

Todas las relaciones humanas provechosas se basan en la confianza. Es válido para la pareja, los amigos, la familia, y por supuesto para el binomio entrenador / pupilo. Ambos tienen que confiar en el otro. Parece evidente que la persona que contrata a un coach tiene que poder confiar en él simplemente para poder tomarse los consejos e indicaciones en serio y avanzar. Pero también es cierto en el otro sentido. Si el coach no siente que su pupilo está dispuesto a trabajar para mejorar, su trabajo no sirve para nada.

Retroalimentación

Aunque uno podría pensar que la información va desde el coach hasta su alumno, en realidad la relación es mucho más equilibrada. Antes hablábamos del asesoramiento personalizado. Es evidente que un entrenador no puede asesorar de manera personalizada a diferentes personas usando exactamente el mismo discurso. Cada pupilo tiene sus propias fuerzas y debilidades, sus propios objetivos, y trabaja en un campo diferente. Un discurso genérico le vale de poco. Necesita informar al coach de su situación, de lo que quiere, de lo que hace, y muchas más cosas.

Luego, durante el proceso de coaching, el alumno tiene de proporcionar retroalimentación constante sobre sus progresos e inquietudes, para que el coach pueda adaptar su discurso y la estrategia que considere oportuna.

Tú tienes el poder

Lo decíamos antes. El entrenador te puede enseñar muchas cosas, pero al final el que corre en el campo eres tú, por usar una metáfora futbolística. Te puede animar, te puede gritar, te puede dibujar la mejor de las estrategias, pero tú eres quien decide lo que hace con todo esto. Tu vida es solo tuya, y eres la única persona habilitada para tomar las decisiones. Si piensas que una cosa te puede servir, cógela y sino déjala. Tu entrenador, si es bueno, sabe mucho, pero también se equivoca.

Nadie te va a arreglar maravillosamente la vida. Es más, probablemente si llamas a alguien para que te ayude, te hará sufrir algo, porque para conseguir lo que te propones tienes que salir de tu zona de comodidad. Con entrenador o solo, necesitas esforzarte, y pisar estas tierras extrañas que no te gusta recorrer. El coach no te va a sentar e una silla de ruedas y empujarte hacia la línea de meta. Te animará desde el público, te dará una botella de agua cuando tengas sed, pero nunca correrá por ti.

El coaching también es una oportunidad de negocio

Tengo un artículo que te explica como puedes montar tu propia empresa de asesoramiento especializado. No te lo pierdas. Si eres experto en un sector y tienes buenas habilidades de comunicación, podrías investigar esa opción.

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