10 motivos para no emprender

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¿Estás pensando en montar un negocio? Para que te lo pienses mejor te hemos preparado una lista de 10 razones para no emprender. Puede que te parezca raro visto lo que solemos publicar en el blog pero aquí no somos unos fundamentalistas de la creación de empresa. Ni es tan maravilloso emprender, ni ser empleado es criticable. Y si hay motivos para no iniciar un negocio, no hay porque esconderlos.

1º- La economía está fatal

Desde que empezó la crisis, los diferentes gobiernos de España nos intentan vender la idea que ya estamos en el último año de recesión y que el año que viene volveremos a crecer. Lo hizo Zapatero y ahora escuchamos lo mismo de Rajoy. Pero viendo que temas tan cruciales como el saneamiento bancario o la reducción del déficit están muy lejos de estar solucionados, nos podemos esperar todavía unos cuantos años muy duros antes de que la economía mejore.

Con el dato del pasado mes de enero, ya iban 31 meses seguidos de bajada de las ventas del comercio minorista en España, un buen indicador de lo mal que va la economía. Si los negocios asentados, esos que han sobrevivido a varios años de crisis, ven como cada mes caen sus ventas, ¿tú quieres montar un negocio?

2º- No hay financiación

El año pasado si lo recuerdas hicimos un artículo sobre el Credit Crunch (la escasez de crédito), donde explicamos que los préstamos a las Pymes habían bajado un 62% desde el 2007. Pues bien, en aquel momento, el último dato conocido eran los 38.425 millones concedidos en el primer trimestre 2012. Desde entonces, aun ha bajado más. Si nos fiamos de los datos del Banco de España, en los dos primeros meses de 2013 se han reducido los nuevos créditos para Pymes otro 17% respecto al 2012.

¿Quieres montar una empresa? ¿Con qué dinero?

3º- Es mucho trabajo

Algunas personas se piensan que emprender es la mejor forma de dejar de tener horarios. Eres tu propio jefe y puedes trabajar cuando te apetece, y aprovechar mejor tu vida familiar. Ojala fuera cierto, pero la realidad es que montar un negocio exige una dedicación enorme de tiempo. Si quieres que te funcionen las cosas, vas a tener que sacrificar muchas horas de sueño y muchos fines de semana, al menos al principio (es decir meses o años).

4º- No ganarás nada durante muchos meses

Y eso es siendo optimista. Lo normal es que vayas perdiendo dinero durante un año o dos. Incluso si tu proyecto es pequeño y no necesitas inversión, tendrás que pagar cosas como la cotización de autónomos (entre otros muchos impuestos y tasas), el alquiler, el la luz, el teléfono, etc.

Llegar al punto muerto de tu negocio (que tu volumen de ventas te aporte el margen suficiente para cubrir tus gastos) cuesta bastante tiempo en la mayoría de los negocios, y aunque lo hayas conseguido, aun no estarás ganando dinero para ti y tus gastos personales.

5º- Lo tienes que hacer todo

Uno de los motivos de tanto trabajar es que tienes que hacer muchas cosas por tu cuenta. Tendrás que aprender a vender, a cobrar, a contabilizar, tener algunas nociones legales y fiscales relevantes para tu negocio, etc. Y tendrás que hacer muchas tareas que no te gustan simplemente porque no te podrás permitir pagar a alguien para hacerlas.

6º- Es arriesgado

Además, eso no es una película de Hollywood. No vale con trabajar mucho y querer lograrlo. Emprender es arriesgar, y un porcentaje muy alto de proyectos empresariales fracasan al poco tiempo. ¿Crees que los demás eran más tontos y tenían menos ganas que tú? Simplemente, nadie puede anticipar el futuro. Puedes tomar muchas precauciones, escuchar muchos consejos de gurús pero al final seguirá siendo una actividad arriesgada y nunca tendrás asegurado el éxito.

No solo está el riesgo de no conseguir a rentabilizar el negocio. Un error de interpretación o el desconocimiento te pueden llevar a tener serios problemas jurídicos o fiscales. O quizás algún tropiezo provoque el hundimiento de tu imagen de marca. Las posibilidades de fracaso son casi infinitas.

7º- Está mal visto

Si te preocupa tu imagen no es nada recomendable que pienses en emprender.

Si a pesar de todos tus esfuerzos tu proyecto no consigue salir adelante y tienes que cerrar, para la mayoría será un fracasado. Pero si lo logras es casi peor, porque entonces corres el riesgo de convertirte en un explotador o un tramposo (en la opinión de los demás). Ya sabes, si te haces rico seguramente habrá sido porque hayas hecho chanchullos, porque conocías a alguien que te favoreció o simplemente porque te aprovechaste de tus trabajadores.

8º- El cliente es el peor jefe

¿Quieres emprender porque estás cansado de tener un jefe? Malas noticias: el cliente es el peor jefe. Si no le gusta lo que haces no te compra, es decir que no te paga la nómina, y no le importa hacerte trabajar para finalmente no comprar nada.

Además, al menos con tu jefe tenías directrices. Pero al cliente le gusta hacerse el misterioso. Tienes que adivinar por tu cuenta lo que le gusta, e ir cambiando tu estrategia en función de lo que hayas contrastado. No es nada fácil, y cuando finalmente pienses haberlo conseguido, puede volver a cambiar de opinión.

9º- No vas a ser el nuevo Bill Gates

Aquí tengo que hacer un poco de autocrítica. Quizás publicando tantos artículos de consejos de grandes emprendedores haya contribuido a esa idea (equivocada) que se emprende para hacerse rico. Por muy bonito que resulte contar historias de éxito tipo Microsoft, Apple, o Inditex, casi nadie lo logra. Es como si te contara historias de personas que han ganado el Euromillón. No es que Bill Gates o Amancio Ortega solo hayan tenido suerte. Desde luego demostraron capacidad de trabajo e inteligencia en los negocios. Pero hay tantos factores que influyen en el éxito que no se puede negar que la suerte es parte de ello. Son conocidos por sus aciertos, pero ¿Cuánto faltó para que tomaran la decisión equivocada que les convertiría en perfectos desconocidos?

Si emprendes para ser rico o muy rico, olvídate. Eso no lo consigue casi nadie.

10º- Demasiado estrés

Si emprender solo significara trabajar mucho, todavía podría ser aceptable, pero montar tu negocio también implica una gran cantidad de estrés. Ya sé que muchos trabajos asalariados son estresantes, pero un negocio propio suele serlo aun más, por al menos dos motivos.

En primer lugar, como los resultados tardan en concretarse y eres quien diseña la estrategia, nunca estás seguro de si has hecho lo correcto ni tampoco si lo has dedicado suficiente esfuerzo. Por eso la mayoría de los emprendedores siempre están pensando en sus negocios, normalmente con cierta carga de estrés.

En segundo lugar, el hecho de tener que pasar mucho tiempo sin ingresos suele ser muy preocupante para la mayoría de las personas.

*  *

Si a pesar de estos motivos sigues queriendo emprender, o estás loco, o tienes madera de emprendedor. Es importante ser consciente de lo que te espera y no idealizar demasiado el concepto. Solo te puedo desear mucho ánimo y procurar ayudarte artículos que te sean útiles.

Y si no quieres montar un negocio, espero que no haya sido solo por este artículo, porque también hay muchas razones que hacen que emprender merezca la pena.

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