El elefante encadenado – fábula inspiradora

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El cuento que quiero compartir contigo hoy es bastante conocido. Se trata de la historia, cuento, o fábula, del elefante encadenado, y aunque sea un relato muy corto, tiene mucho que enseñarnos sobre nosotros mismos, y una moraleja interesante. Si te interesa el crecimiento personal y la psicología, seguro que te va a encantar. Te lo cuento.

Una tarde en el circo

Un padre llevó a su hijo a ver una sesión de un circo ambulante que había venido a la ciudad. Compraron sus entradas, se sentaron, y el niño disfrutó boquiabierto de los números de los equilibristas, malabaristas, payasos o domadores de animales. Cuando se acabó la sesión, insistió a su padre para poder dar una vuelta por las instalaciones, y volver a ver algunos de los animales que le fascinaban.

Cuando encontraron el elefante, el niño se sorprendió al constatar que la gigantesca bestia estaba atada solo con una pequeña cuerda en una pata. Señaló el hecho a su padre, buscando una respuesta. Parecía evidente que el elefante hubiera podido liberarse en cualquier momento.

El padre estuvo pensando un rato, hasta que dio con una respuesta aceptable. Le explicó a su hijo que normalmente esos animales nacían en cautividad. Probablemente, cuando el elefante era muy pequeño, le ataron con una cuerda semejante. Posiblemente el animal procuró tirar de ella y escapar, pero al ser tan pequeño, no tenía la energía suficiente. Finalmente, se dio por vencido, y pese a crecer y convertirse en una fuerza de la naturaleza, dejó de intentarlo. Efectivamente, hoy podría haberse liberado de un gesto, pero seguía pensando en que la cuerda era una cadena imposible de romper, igual que cuando era pequeño.

Moraleja del elefante encadenado

Seguro que no hace falta que te explique que esas cuerditas las tenemos todos en nuestras vidas. Son obstáculos que no supimos superar en un momento, y hemos renunciado a enfrentarnos a ellos simplemente porque seguimos con la creencia de que somos incapaces de superarlos.

Reflexiona un momento. Todos tenemos esas creencias. ¿Qué miedo te retiene? ¿Qué barrera crees insuperable? ¿De verdad es tan difícil? Piensa en los obstáculos que no supiste vencer hace tiempo. Date cuenta de todo lo que aprendiste desde entonces. Quizás valga la pena volver a probar.

¿Cuánto hace que no intentas tirar de la cuerda a ver si se rompe y te liberas?

¿Por qué no lo intentas hoy?

 

Por cierto, si recientemente te diste cuenta de que una de esas cuerditas te estaba limitando y optaste por romperla, me encantaría que lo contaras en las sección de comentarios. Seguro que nos puede servir de inspiración a los demás.

 

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