Algunos de los problemas de las pymes y emprendedores en España se podrían solucionar aplicando algunas medidas que sometimos en el cuestionario. Primero quiero darles las gracias a todas las personas que han participado en esta pequeña encuesta, que ha dado unos resultados bastante claros. Parece que para la mayoría de vosotros, el problema principal está en el coste de ser autónomo. A continuación paso a resumir los resultados.
¿Cuál sería la medida más importante para favorecer la creación de empresa?
Casi un 42% de los encuestados ha respondido que ser autónomo no debería salir tan caro. Es cierto que en España, este régimen especial cuesta un mínimo de 250€ mensuales, algo que no es muy lógico para nuevos proyectos de empresa. Una solución sencilla podría ser condicionar el coste de las cotizaciones a los beneficios del autónomo durante los dos primeros años.
Otra cantidad importante de respuestas (19%) ha sido para la opción de una gestión del IVA que favorezca al emprendedor. Esta vez el problema es que una persona que empieza un negocio tiene que pagar el IVA de su inversión inicial y tardará meses (incluso años) en compensarlo con las ventas. La devolución del saldo, teóricamente posible, tarda muchas veces más que la compensación.
¿Cuál ha sido el perfil de las personas que han contestado a la encuesta?
Un 49% dicen ser emprendedores (y la quinta parte de ellos compaginan trabajo de empleado con sus actividades emprendedoras). Casi un 25% de los que han respondido son empleados y el 13% son estudiantes.
Los más participativos han sido los catalanes (25%) seguidos de los madrileños (23%) y valencianos (11%). Tan solo un poco más del 5% de los encuestados no residen en España.
Conclusiones
Hay un consenso amplio sobre el principal obstáculo a los emprendedores: la situación fiscal. Tanto la cotización a la Seguridad Social que tiene que pagar un autónomo desde el primer mes como el adelanto del IVA de las inversiones son frenos muy importantes.
Sin duda, la explicación de la rigidez de este sistema la debemos buscar en un miedo al fraude. Y es cierto que flexibilizar el régimen de autónomo podría dar lugar a ciertos abusos, pero se pueden imaginar mecanismos de control que no impidan a la inmensa mayoría honesta de lanzar su actividad sin tener que gastar más que la inversión necesaria para el negocio.
Renunciar a estos ingresos se tendría que ver por parte del Estado como una inversión muy rentable: cuanto más barato sea crear una empresa o lanzarse como autónomo, más personas se atreverán y más proyectos tendrán posibilidades de tener éxito, con la consiguiente creación de riqueza, contratación de personal y reducción del paro.
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